Alice Munro

Iluminar la realidad. Leo Escapada, de Alice Munro. En apariencia nada. Quiero decir que en sus relatos no sucede nada particular: gente corriente que se casa, que se separa, alguien se muere, de repente pasan 30 años, un reencuentro, la protagonista se entera de algo nuevo. Nada espectacular: no hay grandes revelaciones, nada cambia en apariencia. Pero un pequeño detalle lanzado así, de cualquier manera, de repente te hace entenderlo todo de otra manera, y la vida de la protagonista cambia de sentido y todo adquiere otra luz y esa luz te deja helado. Explicarlo se hace difícil.

"Alice Munro"Algunas cosas sobre ella: Alice Munro es canadiense, se crió en una familia estrictamente presbiteriana y a los veintipocos estaba viviendo en su pueblo casada y con tres niños. Mientras los niños dormían la siesta ella escribía, y para acomodar el tiempo de escritura al del sueño de sus hijos empezó escribiendo relatos breves. Por eso -dice- el cuento es la forma literaria con la que se encuentra más cómoda.

Según la Wikipedia Munro reconoce en su obra la influencia de escritoras como Flannery O’Connor y Carson McCullers, además de James Agee y William Maxwell. Muy bien. A mí me recuerda a Raymond Carver. ¿Por qué? Porque he leído a Carver, y a los otros cuatro no. Pero creo que el acercamiento tiene sentido: Carver cuenta, como Munro, tragedias y revoluciones que suceden en el fuero más íntimo de sus personajes, que se manifiestan en eventos de los que nadie se da cuenta, escenas en las que nada sucede, al menos aparentemente. En ambos autores el diablo está en los detalles, y éstos tienen que ver con el universo privado de cada protagonista. A nosotros nos toca descifrarlo (y no siempre es fácil, en un libro de Munro no se entra de cualquier manera: hay que pedir permiso y tener paciencia).

¿La diferencia? Munro maneja la elipsis y el ‘flashback’. Es decir, Munro maneja el tiempo: entendemos el universo de la protagonista gracias a cuatro trazos relativos a su pasado situados de manera magistral en diversos momentos del relato; de repente pasa media vida y advertimos, por una nimiedad, que lo que creíamos entender no estaba tan claro, que es la misma protagonista la que se replantea su vida por completo, o se resiste a hacerlo ante la evidencia. Ahí está el punto: este manejo del tiempo permite a Munro mostrar no ya la vida de un personaje, sino el sentido que ese personaje da a su existencia. Lo hace palpable y acto seguido deja que se tambalee ante nuestros ojos. Imaginen: el sentido de una vida entera pendiente de un hilo. Y nosotros lo leemos y nos lo creemos. Y por eso te deja helado.

Un ejemplo: En Desencuentro una mujer encuentra al hombre de su vida de una manera fugaz. Él se tiene que ir al extranjero, pero acuerdan una cita en el mismo lugar al año siguiente. La mujer se da cuenta de lo idiota que es todo, de que piensa en la cita porque su vida es bastante triste, o tal vez no quiere pensarlo. El caso es que el día de la cita acude al mismo lugar, llega un poco antes y el hombre la rechaza. Ella siente una gran vergüenza que recordará el resto de su vida, que por otra parte se desarrollará de manera gris (tal vez lastrada por esa misma vergüenza). De repente pasan treinta años y ella se encuentra frente a frente con el cadáver del hombre (es enfermera). Y no voy a seguir, pero ahí se da cuenta de que todo era distinto a como ella había creído, y que tal vez hubiera bastado llegar a la cita a la hora convenida para que su vida hubiera sido diferente, seguramente mejor. Tal vez sea el relato menos sutil, con un engranaje más vistoso (de hecho el título original es «Tricks»: «trucos», «engañifas», como si aludiera a la trampa narrativa que esconde el relato. En italiano lo han titulado «bromas del destino»), pero el espíritu es ese.

Lo complicado, claro, para que esto funcione son los detalles, el clima, la profundidad que Munro logra imprimir con un estilo austero, en el que cada adjetivo está para decir algo. Hay cambios de puntos de vista, hay catarsis necesarias que no llegan por ningún lado, hay reacciones de personajes que no entendemos pero, por alguna razón, necesitamos entender. ¿Por qué? Porque Munro nos coloca dentro del universo de ese personaje y por eso, aunque en apariencia no suceda nada interesante, no podemos dejar de leer, igual que no dejamos de vivir porque no hagamos nada interesante. Lo que pasa cuando no pasa nada explica lo que haremos en los momentos decisivos.

Podría añadir muchas más cosas pero no creo que sirviera de mucho. Tampoco creo que sirva lo que llevo escrito. Ya digo que explicarlo se hace difícil. Por eso me consuela que un escritor competente también encuentre dificultades y diga en una reseña del libro:

»Runaway» is so good that I don’t want to talk about it here. Quotation can’t do the book justice, and neither can synopsis. The way to do it justice is to read it.

Y añade:

Reading Munro puts me in that state of quiet reflection in which I think about my own life: about the decisions I’ve made, the things I’ve done and haven’t done, the kind of person I am, the prospect of death.

Pero así, como quien no quiere la cosa. Lean a Munro caramba.

"Alice Munro" "In Fuga"

[Escapada, de Alice Munro, traducido por Carmen Aguilar y editado por RBA en 2005. Aquí y aquí un par de reseñas de La Pareja de Escritores. Aquí una entrevista en El País bastante aburridilla. Aquí la reseña de El Cultural. Aquí un aficionado a la ciencia ficción le pone nota a cada relato (¿?) y dice algunas cosas interesantes (en inglés). Aquí la reseña del New York Times escrita por Jonathan Franzen, bastante larga a pesar de no querer decir nada del libro porque, ya les digo, es difícil hacerlo. Aquí la reseña del The Guardian que me acabo de encontrar y no he leído aún].

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